viernes, 1 de agosto de 2014

Transparencia reprobada

Jesús Rojas Rivera/Politólogo.

Viernes 20 de junio de 2014

La transparencia y la rendición de cuentas son reflejo de la calidad democrática prevalente en una sociedad, tienen que ver con la creación de los organismos e instituciones públicas para aceptar un sistema de pesos y contrapesos en el ejercicio del poder. En una democracia, la rendición de cuentas es una condición obligada de las instituciones que reciben recursos públicos y es, además, un principio de interés común que permite a los ciudadanos conocer de la cuestión pública para poder evaluarla.

En este sentido, transparencia refiere a una cualidad de actuación o de conducta respecto de los comportamientos de los actores públicos para brindar información clara, precisa y gratuita sobre el gasto e implementación del recurso público, partiendo de que la información permite mayores condiciones para la vigilancia efectiva y la evaluación de los gobiernos.

Los esfuerzos por elevar la calidad de transparencia son impulsados mayormente por organismos no gubernamentales. Evidentemente, el interés efectivo por la mejora sustancial del acceso al derecho humano de la información, predomina en la sociedad más que en el gobierno. Muchas veces los órganos garantes de la transparencia son figuras decorativas, incapaces de comportarse a la altura de las demandas ciudadanas.

A principios de semana, la organización no gubernamental denominada Iniciativa Sinaloa presentó los datos que arroja el Índice del Derecho al Acceso a la Información en México, IDAIM, estudio realizado por FUNDAR, organización nacional que busca contribuir al desarrollo social fortaleciendo organizaciones de la sociedad civil mediante la profesionalización y el desarrollo de sus capacidades.

Los datos que arroja el IDAIM sobre nuestro estado llaman a la reflexión profunda. Sinaloa se encuentra en el lugar 23 de las 32 entidades federativas, es decir, está por debajo de la media nacional y ubicada entre los peores de México en temas de transparencia. El índice considera la evaluación de 196 criterios agrupados en tres variables: a) diseño normativo, b) diseño institucional y c) procedimiento de acceso a la información pública y obligaciones de transparencia. La evaluación nos reprueba contundentemente, con dificultad alcanzamos un ingrato 5.1 en relación a las mejores prácticas nacionales e internacionales en la materia.

Dentro de los indicadores observados que destacan los criterios negativos en la evaluación, resaltan aquellos que versan sobre el órgano garante, sobre la institución encargada de hacer valer el derecho ciudadano a la información. Desde la elección de su titular, hasta la resolución de sus conflictos internos, pasando por su estructura organizacional. Uno de los cambios profundos que se deben poner sobre la mesa de las discusiones en materia de transparencia en Sinaloa, está sin duda en la CEAIPES, organismo público que nos cuesta a los sinaloenses aproximadamente 18 millones de pesos al año.

Y digo aproximadamente, porque al hacer una revisión del presupuesto asignado a la dependencia en su portal de internet www.ceiapes.org.mx/informacion-financiera consultada ayer (19/06/14), no constan datos sobre los ejercicios de sus presupuestos posteriores a 2012, tampoco la relación de gastos a partir de 2011, los servicios de celular, los gastos de difusión, viajes, comidas, facturas y estados financieros. Es decir, el órgano garante en Sinaloa es candil de la calle y oscuridad de la casa, los datos mínimos no se encuentran debidamente actualizados. Los comisionados, sus secretarios, directivos y jefes de unidades se encuentran velando el sueño de los justos, dando una muestra clara que su convicción no es el ejercicio pleno de la transparencia.

Bien merecida tenemos la calificación reprobatoria, vergüenza les debería de dar a los integrantes de una Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública del Estado de Sinaloa dormida en la comodidad de sus sueldos, aletargados en frescor de sus aires acondicionados y la privanza de sus lujosas oficinas estilo minimalista.

¿Con que calidad moral pude exigir el órgano garante de Sinaloa, se respeten los principios de máxima publicidad en nuestro estado, si ellos mismos nos son capaces de actualizar los más elementales datos de su oneroso gasto?¿Tiene usted confianza en la CEAIPES? Yo, sinceramente, deje de tenerla por los asomos de su incongruencia. Luego le seguimos.

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