En México también la izquierda asesina

O P I N I Ó N

J E S ú S   R O J A S   R I V E R A

Viernes 17 de Octubre de 2014

El pasado 8 de octubre, estudiantes universitarios, agrupaciones no gubernamentales, simpatizantes de Morena (partido político de Andrés Manuel López Obrador) y un pequeño grupo de ciudadanos sin vínculos con las mencionadas, marchamos para repudiar la violencia contra estudiantes ocurrida en Guerrero. La convocatoria para la marcha se lanzó mediante redes sociales y tuvo una respuesta de 300 personas aproximadamente. La idea central de la protesta era que Culiacán se sumara a "La gran marcha nacional" por el asesinato y desaparición de los estudiantes normalistas de Guerrero. En más de 29 ciudades del País, incluyendo la Ciudad de México, se realizaron protestas por la misma causa. El contingente tomó la Avenida Álvaro Obregón por los carriles que van de sur a norte, conforme avanzaban los asistentes gritaban consignas exclusivamente contra el Presidente Enrique Peña Nieto, me llamó la atención que al menos en la parte del contingente donde me tocó marchar, nadie mencionara los nombres de Luis Abarca, presidente municipal de Iguala, prófugo de la justicia, miembro del Partido de la Revolución Democrática y del Gobernador Ángel Aguirre Rivero quien el día de ayer puso en la mesa su renuncia ante el PRD y el resto de los partidos políticos que en coalición lo llevaron al poder. Los manifestantes excluyeron de sus consignas a los principales responsables; sin decir con ello que el Gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto no tenga parte de la responsabilidad en el asunto, los tiene, pero no más que Abarca, acusado de ordenar los atroces crímenes contra los estudiantes; ni tampoco más que Aguirre, persecutor del movimiento estudiantil desde hace más de dos años. Durante la marcha, a la altura de la calle Juan José Ríos, me acerqué a uno de los arengadores de la protesta. El canoso hombre llevaba un megáfono gris desde donde llamaba "asesino" al titular del Ejecutivo Federal, e incluso; entre una consigna y otra arremetía contra el Gobernador de Sinaloa, "por ser de los mismos". De la mejor manera lo invité a proferir consignas contra -a los que según mi punto de vista- tienen la mayor de las responsabilidades en este inhumano episodio de la vida pública nacional. Le dije a paso de marcha: "En México también la izquierda asesina, los autores de los crímenes llegaron al poder desde los partidos de izquierda, se aliaron con el narcotráfico y tienen la protección de los líderes más representativos de esas agrupaciones políticas; por congruencia grite también contra Aguirre y Abarca, asesinos con filiación y militancia en la izquierda". Sonrió, asintió con la cabeza y siguió con las mismas consignas que antes había gritado. No le tomó importancia a mi solicitud. Por eso, en ese momento tomé un pedazo de papel arrugado y pedí un plumón para hacer mi propio cartel y consignar ahí mi opinión respeto a los crímenes en Guerrero: "En México la izquierda también asesina" fueron las palabras que escribí en mi rudimentaria pancarta de papel estraza, causando sorpresa en varios de los asistentes, quienes no tardaron en calificarme como "infiltrado". Estoy consciente de que siempre existirán agrupaciones que pretendan apoderarse de la protesta pública. Siempre habrá líderes oportunistas que busquen espacios propicios para la divulgación de sus plataformas electorales, eso no me sorprende, es común en la cultura política de los mexicanos. Tampoco me sorprende que los ciudadanos que no tienen vínculos con partidos u organizaciones no acudan a las protestas, por más sentidas o dolorosas que sean las causas que las convocan. Los abusivos acaparadores de la protesta pública, inhiben la participación de la ciudadanía libre. Lejos están de ganar la anhelada simpatía con el elector, a la gente no le molesta que marchemos y protestemos por causa justa, le molesta la irresponsabilidad y el abuso al vulnerar el derecho de otros por no entender la justa enseñanza juarista; sobre el respeto al derecho ajeno como base para la paz y el disfrute de la liberta. Luego le seguimos...