viernes, 24 de octubre de 2014

La apuesta de Galindo Quiñones

O P I N I Ó N 
J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 
Viernes 24 de Octubre de 2014

Heriberto Galindo Quiñones es la definición del político de carrera. Una trayectoria larguísima que toca casi todas las ramas de la administración pública, incluyendo el servicio en el cuerpo diplomático mexicano. Politólogo egresado de las primeras generaciones de Ciencias Políticas en la UNAM, es uno de los pioneros que tomaron la disciplina académica para el ejercicio de la práctica política dándole buenos resultados profesionales. Pero los méritos y condecoraciones en batalla, el anquilosado currículo, su lejanía con la política local y sus formas conservadoras aprendidas en lo más recalcitrante del autoritarismo priista setentero, son hoy, sus principales enemigos.

El Diputado Galindo Quiñones construye sus aspiraciones en un modelo viejo de la comunicación política. En uno que sostiene que: "más es mejor". Amante de los reflectores y las cámaras sobreexpone sus mensajes y su imagen a todo público sin ningún tipo de segmentación. Gusta de las fotografías de cuerpo completo y en plano americano. Siguiendo su estrategia arranca campañas publicitarias para una "fundación social" creada ex profeso para la promoción de su nombre. Según sus cuentas; ello es una forma efectiva de crear positioning o posicionamiento.

Galindo Quiñones está ciclado en las teorías ocheteras de la comunicación, buscando el anhelado "top of mind" o "primero en la mente" que le permita la mejor posición en el momento en que los electores tomen una decisión o hagan mención en una encuesta. La vieja escuela de la comunicación política satura con mensajes concretos casi siempre acompañados del nombre y la imagen del candidato como los espectaculares que tiene colgados por todo el estado.

Heriberto está olvidando tres cosas fundamentales en su desatinada estrategia comunicativa. La primera tiene que ver con el proceso interno de selección de candidato del PRI a la gubernatura. Los mensajes que manda develan la apuesta por una decisión fuera de las estructuras del partido, es decir; busca demostrarle al Presidente de la República que es el mejor posicionado. El primer error es no conocer las dinámicas del priísmo local, sus lógicas y sus alcances. No es secreto; Heriberto no tiene consigo los apoyos de lo que Carlos Madrazo llamó: "Las fuerzas vivas del partido".

La rudimentaria estrategia de comunicación lo han llevado a lidiar con sus propios fantasmas, él o su equipo se han puesto las principales trampas y creado sus propios problemas, precisamente en el afán de estar en boca de todos. Galindo Quiñones debería saber que las teorías de "más es mejor" dejaron de funcionar hace tiempo, hoy importa tanto el número de menciones como el tipo de recuerdo que guarda el elector sobre el político. De nada sirve el amplio conocimiento ante la repulsión que pueden causar ciertos mensajes emitidos por el personaje, esto se explica en el modelo europeo la comunicación política que valora aspectos del sentimiento y la cercanía emocional. Si Galindo Quiñones está equivocando el sentido y la calidad el mensaje, toda publicidad será negativa, en detrimento de su aspiración. La muletilla anacrónica de "ninguna publicidad es negativa, mientras hablen de ti" es un absurdo en las nuevas teorías de la comunicación efectiva. Lo peligroso para él, es que; su apuesta masiva no está funcionando. Las redes sociales son un somero pero interesante referente de los errores en su estrategia. Lo están tundiendo.

Por último, Heriberto no es bueno para debatir, lo es para negociar y conciliar, pero no para debatir. Esto denota que sus estrategas no tienen claros sus puntos vulnerables y amenazas, no conocen sus límites, en varias apariciones y declaraciones públicas lo han expuesto en demasía, estaría de más enumerarlas.

La amplia trayectoria del político, la probada capacidad, los méritos de años en la difícil carrera del quehacer gubernamental, el ejercicio legislativo y el servicio diplomático brillan por su ausencia en los mensajes de su estrategia. Alguien está tomando mal las decisiones y está mostrando la cara menos favorable de Heriberto Galindo Quiñones, al punto que sus detractores en otros partidos políticos anhelan que él sea candidato. Porque entonces, dicen, habría posibilidades de ganarle al PRI en 2016, cosa que hasta hoy se advierte difícil. Luego le seguimos...

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