viernes, 10 de abril de 2015

Votaré en el quinto distrito

O P I N I Ó N 
                                                                                                                                                        J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 


Yo estoy convencido que en esta elección no debo darle el voto al Partido Revolucionario Institucional, es el partido del Presidente y no estoy conforme con su manera de llevar el País: la inseguridad, el estancamiento económico que pinta para crisis, los escándalos de corrupción y la reforma hacendaria que impulsó me hacen pensar que México puede encontrar un camino distinto al que llevamos, además, lo de Carmen Salinas me parece verdaderamente ridículo. 

Me gusta reflexionar mi voto, construyo escenarios pensando que puede ser definitorio para el futuro del País. Creo que votar es una cosa muy seria y requiere un ejercicio de reflexión profunda, no creo en el voto cautivo o tradicional, me gusta conocer, escuchar y valorar a los candidatos en sus propuestas y campañas. 

Analizar por quién votar en mi distrito tiene elementos interesantes para la reflexión. Por un lado está el PAN como una opción que crece en el País, algunos colegas politólogos calculan que una buena parte del electorado desencantado por el PRI optarán por dar el voto al blanquiazul viendo a esta institución como la primera opción para formar oposición al Gobierno, el crecimiento de ese partido en las encuestas sostiene dicho escenario, además la candidata postulada en mi distrito Giovanna Morachis me parece una mujer preparada. 

Morena y PRD postulan por su lado a dos jóvenes con los que tengo simpatía, líderes estudiantiles con los cuales he tenido la oportunidad de platicar sobre sus propuestas y sus expectativas para la campaña. Son amigos entre ellos y entienden que sus partidos tienden a dividir el voto de la izquierda en el distrito, si van por los votos del mismo nicho electoral: el crecimiento de uno será la merma del otro. Pero Carlos Arredondo y Sthefany Rea, son jóvenes que están haciendo camino en una elección difícil, valdría la pena seguirles la pista y escuchar sus propuestas. 

En este mismo distrito está compitiendo el candidato independiente Manuel Clouthier, el hijo del Maquío tiene sobre sus hombros el legado de su padre, un sinaloense ejemplar que luchó por la democracia empeñando en ello su vida. El ingeniero habla fuerte y claro, tiene la obligación de demostrar que está hecho para las urnas y que puede convencer al electorado de la capital que es muy diverso en su composición. De lograr el triunfo electoral, el escenario político estatal cambiaría radicalmente y una nueva historia se escribiría en los procesos electorales del País. Tal vez por ello, existan intereses más allá de los distritales para que la aspiración del empresario no prospere. 

Salvo un joven de apellido Morales postulado por Movimiento Ciudadano que oportunamente colocó su propaganda, no tengo mayores referencias de otros candidatos, que entiendo están registrados. A casi una semana del arranque la campaña en el distrito, el proceso electoral es deslucido, saturado por la propaganda del PRI, partido al que nunca le ha preocupado el respeto por los topes de campaña y confiado en la ineficiente labor de fiscalización que el órgano electoral realiza, además de la debilidad de una ley que amenaza pero nunca sanciona. Me causa extrañeza ver que los candidatos prácticamente han desperdiciado una semana de campaña, que no hay propaganda para la difusión de sus propuestas y que en sus equipos están más preocupados por asuntos leguleyos y procedimentales que por hacer el trabajo fino de convencer ciudadanos con estrategias efectivas y asertivas. 

En esta semana me he preguntado ¿Y si en lugar de denuncias pusieran un poco de propaganda atractiva con protestas sensatas? ¿Y si en lugar de señalar lo que no son, y los defectos de los otros, nos dieran una buena razón para votar por ellos? Si dejaran de quejarse por sus circunstancias y sus carencias y nos demostraran que un político, cuando quiere ganar, pone a la adversidad de rodillas. Ahí, en ese momento se ganarían nuestro voto, el que no tendrá el partido en el Gobierno. Ahí están los votos de miles que buscamos confiarles la gran responsabilidad de ser oposición. Mi voto será útil y votaré como muchos; por aquella opción que, llegada la recta final pueda ganarle al PRI y le quite un curul en la cámara al Presidente. Luego le seguimos...

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