El Alcalde infame

O P I N I Ó N

J E S ú S   R O J A S   R I V E R A

-Así es Jesús, a reserva de checar en los archivos, no tengo en mente otro caso parecido. Es un tema lamentable, me recuerdo de algo por allá en el municipio de El Fuerte, pero era un regidor contra un periodista y no llegó a tanto. Eso fue parte de la conversación que tuvo un servidor con Nuria Alejandra González visitadora de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Sinaloa. Ramón Guevara, periodista en el sur de Sinaloa fue diagnosticado con cáncer a principios de año, entró en tratamiento médico desde marzo del presente año, actualmente se encuentra delicado en un hospital de la capital sinaloense, luchando por su vida. Fue en abril, cuando el Munícipe Bonifacio Bustamante se presentó envalentonado a las oficinas de Noroeste en Mazatlán, acompañado de un grupo serviles que lejos de templarle sus corajes, lo azuzaron para que arremetiera contra el periodista, llegando al punto de solicitar su despido y la cancelación de su espacio periodístico. No lo pudo conseguir. Noroeste no es un periódico en donde se pueda llegar a ese tipo de arreglos, es un periódico en donde las cosas no se arreglan con dinero, menos con amenazas. La mal lograda pretensión del Alcalde corrió por los cauces debidos, diversos compañeros y amigos del periodista hicieron de conocimiento el caso a la Comisión Nacional de Derechos Humanos en donde de inmediato se solicitó una investigación, de la cual se derivaron cuatro medidas cautelares. En la primera medida cautelar la Comisión de Derechos Humanos le pide a Bonifacio Bustamante se abstenga de generar cualquier acto de molestia contra Ramón Guevara o su familia, que no se encuentre debidamente fundado y motivado. En la segunda y tercera le exige la salvaguarda de los derechos humanos del periodista, garantizando la vida, integridad, libertad y seguridad de Ramón en el desempeño de su función pidiendo además se giren instrucciones para la protección de las mismas. Por último le pide al titular del Ejecutivo municipal tome en cuenta todas las disposiciones legales, tratados internacionales, tesis o jurisprudencias en materia de prensa y libertad de expresión. La diputada Sylvia Myriam Chávez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso del Estado, me externó su preocupación por el caso y comentó: "pospuesto que la comisión en la Cámara se pronunciará por el respeto a los derechos humanos del periodista, por la condición de vulnerabilidad derivada de su enfermedad y lo difícil que debe ser para su familia. Lo haremos exigiéndole al Presidente Municipal dar respuesta a lo solicitado por la CEDH por respeto a la institución y a los derechos que deben prevalecer en la democracia" terminó calificando el asunto de lamentable. Esta resolución histórica deja en el fondo un precedente importantísimo para el ejercicio del periodismo en Sinaloa, nunca en la historia de nuestro estado el titular de un poder constituido había sido señalado como transgresor de los derechos humanos y la libertad de expresión de manera personal y directa. El caso nos obliga a reflexionar que; ningún hombre con autoridad puede sentirse intocable. Si bien las resoluciones de las comisiones de derechos humanos no son vinculatorias, o sancionan de manera administrativa, penal o civil a un funcionario público. Las recomendaciones dejan de manifiesto un abuso de autoridad, un acto contrario a los derechos humanos y lo más importante, respaldan a quienes de otra manera no tuvieran espacio para defenderse contra los abusos del poder. Por eso es que sin vacilación suscribo el título de mi columna, Bonifacio Bustamante es un infame, transgresor de los derechos humanos y la libertad de prensa. Delirios.- De los "morrines" no hay mucho qué opinar, los memes lo han dicho todo. El de Sergio Torres es un gobierno de ocurrencias, de puntadas ridículas que comprometen el de por sí anémico presupuesto municipal. La campaña no son los 162 mil pesos erogados en los figurines, es un monto millonario no cuantificado en la opacidad de una campaña gubernamental, es una sanción pendiente al abuso de un gobernante que encaprichado ejerce el presupuesto en perjuicio de sus gobernados y todavía, en los delirios de su arrogancia fantasea con ser Gobernador. Luego le seguimos...