viernes, 25 de septiembre de 2015

De mortandad infantil

O P I N I Ó N 
                                                                                                                                                J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 



¿Cuántos debieron morir?, ¿cuántas defunciones de neonatos son necesarias para que el Instituto Mexicano del Seguro Social tome cartas en el asunto? De acuerdo a investigaciones periodísticas y en números no desmentidos por el Seguro Social, hasta hoy son trece los recién nacidos que han perdido la vida en la Clínica Regional número uno de Culiacán en las últimas fechas. Las autoridades reconocen dos defunciones por "sepsis temprana" asociadas a una bacteria llamada klebsiella. Las otras muertes, aseguran, son por causas diversas relacionadas por "nacimientos prematuros" u otras circunstancias. 

El caso de los bebés muertos en el IMSS escaló poco a poco hasta convertirse en un tema nacional, no es normal –por más que así lo quieran hacer ver la institución de salud- que más de una docena de niños mueran en un mismo hospital en menos de un mes. Por donde se analice el caso rompe con la estadística, confronta todos los datos de neonatología que registra la Secretaría de Salud en Sinaloa, y dadas las circunstancias, resulta difícil pensar en una cadena de "eventos desafortunados". 

Según la estadística nacional verificada en Conapo, la mortalidad infantil en Sinaloa es de 10.6 defunciones por cada mil nacidos. Según el Banco Mundial, la cifra para México es de siete por cada mil. A dicho de José Antonio Anaya González, director general del IMSS la Clínica Regional 1 donde se presenta la contingencia atiende en promedio 500 partos mensuales. Es decir, el rango de mortalidad infantil ronda los cinco casos mensuales, en dos semanas han muerto 13. 

En su ensayo "La subestimación de la mortalidad infantil en México", Eduardo Cordero, del Colegio de México, explica que la mortalidad infantil se clasifica en dos factores: exógenos y endógenos. Los endógenos son propios de la constitución del niño, sujetas a factores presenciados durante el embarazo o el parto. Las exógenas abarcan todos casos de procedencia extrínseca como infecciones, intoxicaciones, malos cuidados y accidentes desde su nacimiento hasta cumplir el primer año de vida. 

Lo primero a determinar en el caso Sinaloa, es la causalidad exógena o endógena de los fallecimientos. Pero esto no se dará en un debate en los medios de comunicación, deberá darse en el marco de una investigación seria, objetiva, imparcial y certera que dé tranquilidad a los padres de familia que hoy lloran la ausencia de sus seres queridos. 

El IMSS carga con una fama añeja de inhumanidad e indolencia. La gran mayoría de los derechohabientes padecen o han padecido el trato inadecuado del personal que labora en la institución, si bien es cierto no es un asunto de "todos", son muchos los funcionarios públicos de la institución que se comportan contrario a lo que uno esperaría de un servidor público. 

La crisis que vive hoy el IMSS en Sinaloa, tiene que ver con lo que son y lo que representan ante la sociedad, tiene que ver con las políticas de comunicación social de la institución. De corte setentero, atienden la reacción en el punto máximo de su crisis y no antelan los conflictos públicos derivados en la agenda mediática al ver la evolución y la escalada de los sucesos en los albores del conflicto. 

El IMSS es el villano favorito y todo lo que se diga en contra de la institución de salud pública es dado por válido por un amplio sector social. Por eso en este caso, más allá de la avalancha mediática que les pasa factura, es urgente e importante que las cosas se aclaren. Que no sean criterios políticos o editoriales los que terminen dando el carpetazo al asunto. 

Además de los padres, la exigencia es de los organismos de derechos humanos, de organizaciones civiles y miles de ciudadanos que han hecho pública su inconformidad. Que las investigaciones concluyan y en su caso se finquen las responsabilidades pertinentes sin demerito de las consecuencias penales que tuvieran lugar. Los niños muertos del IMSS en Culiacán no deberán ser números para las estadísticas sobre mortalidad infantil. La vida humana es mucho, mucho más que eso. Luego le seguimos... 

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