viernes, 23 de octubre de 2015

¡Ahí viene Ramiro Hernández!

O P I N I Ó N 
                                                                                                                                                 J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 

Ya se había anunciado, estaba cantado en los pasillos de San Lázaro, cayó el "trascendido" a la "pecera" -área de prensa del Congreso de la Unión- y de ahí, directo a columnas nacionales. Ramiro Hernández García, político jalisciense, ex Alcalde tapatío sería nombrado delegado del CEN del PRI en Sinaloa. Lo mandan a poner orden en el desorden, se rumoraba entre sorbos de café.

Ramiro Hernández es un político experimentado de las tierras del tequila y los mariachis, su carrera política la ha desarrollado en el ala campesina del Partido Revolucionario Institucional desde 1971. Conoce el PRI desde sus entrañas, lo ha dirigido en su estado y ha formado parte en equipos de transición y delegaciones políticas del partido en múltiples ocasiones. Dicen los que lo conocen, que es un excelente operador político al interior de su partido, entiende el leguaje del priismo y conoce al dedillo las reglas predominantes en los submundos del tricolor: las no escritas.

Es un político de corte tradicional que opera en las viejas formas del partido, pero es al mismo tiempo un pésimo administrador público, que dejó nefastos resultados en el último cargo electivo que detentó en Guadalajara. Ramiro Hernández no pudo dejar la alcaldía en manos del PRI, la oposición hizo añicos la endeble comunicación del experimentado hombre público. Guadalajara estaba dada por perdida mucho tiempo antes de que el periodo electoral comenzara.

Ramiro salió de Jalisco con la capa caída, varios grupos del PRI en su estado natal lo culpan por dejar la alcaldía tapatía en manos de Enrique Alfaro, en lo que algunos aventurados han llamado "la antesala de la gubernatura", que desde Movimiento Ciudadano el recién nombrado munícipe y sus aliados tejen para lograr lo que Aristóteles Sandoval les arrebató por un apretado margen en los comicios electorales de hace tres años.

El Gobernador de Jalisco no tiene a Ramiro como un fiel aliado, los grupos políticos que representan son antagónicos y en más de alguna ocasión les ha tocado verse las caras en contiendas internas. A Ramiro Hernández no lo va a extrañar Aristóteles Sandoval, tampoco Leonel Sandoval padre del Gobernador jalisciense y principal operador del grupo que detenta la gubernatura en las tierras de donde Ramiro viene llegando.

El panorama en Sinaloa es otro, los grupos locales observan con reserva el nombramiento del nuevo delegado político. La disciplina sinaloense es garantía, aquí Ramiro viene a tejer unidad y poner orden, tiene una gran responsabilidad encargada por el mismísimo presidente nacional del PRI. Pero tiene con qué sacarla adelante, el oficio político del jalisciense no está en duda, el perfil de su liderazgo encaja perfectamente en un estado como este.

De seguir las cosas así, el ex Alcalde tapatío le dará buenas cuentas a Manlio F. Beltrones, el PRI no tendrá complicación en sacar el resultado electoral en el 2016. Sólo necesitan ponerse de acuerdo, dividirse las parcelas y dejar que las cosas sucedan. El Gobernador y sus aliados se ven firmes en el tricolor, el riesgo de una fractura priista es cada vez menor. Algunos actores en el PAN lanzan gritos desesperados por transitar en una alianza que pueda ser competitiva, al menos, para no quedar en ridículo en las próximas elecciones estatales.

El panorama blanquiazul es cada día más complicado, los panistas tienen posibilidades muy limitadas de triunfo con los pretensos anunciados. Lo saben y por eso están trabajando a marchas forzadas en la construcción de una alianza de naturaleza "frankensteiniana" con el PAS, partido propiedad de Héctor Melesio Cuén, quien tiene una gran posibilidad de cumplir su sueño y aparecer en la boleta electoral al cargo de gobernador. Persiste una duda: ¿Podría el PAN postular a Cuén como candidato a gobernador en una eventual alianza?

Mientras los políticos ajenos al PRI se ponen de acuerdo en encontrar un candidato de medio pelo, en el tricolor sobran manos levantadas. Los precandidatos son muchos y se están dando con todo, por eso llegó Ramiro, para ponerlos en paz, para decirles que no se desesperen; que en el CEN se están tomando decisiones y que cada uno de sus perfiles serán evaluados, que hay favoritos pero no tapados. Que le apuesten a la institucionalidad, a la lealtad partidista, que se alineen y que jueguen todos con el Presidente. Que la instrucción es clara: "En Sinaloa vamos a ganar, y no toleraremos traiciones". Desbandada en el PRI, ni pensarlo. Luego le seguimos...

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