viernes, 25 de diciembre de 2015

El manual del buen ciudadano

O P I N I Ó N 
                                                             J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 

La responsabilidad de formar una sociedad más democrática y participativa no es un asunto exclusivo de los gobiernos, mucho menos de los políticos. Eso lo tienen muy claro un grupo de jóvenes que impulsan "El manual del buen ciudadano", un compendio de mensajes y acciones cívicas que pretenden informar y concientizar sobre temas muy diversos de la participación ciudadana y los deberes para una convivencia armónica en sociedad.

Son abogados, empresarios, artistas, diseñadores, estudiantes, deportistas, economistas, comunicadores, historiadores, comerciantes. Algunos militan en el PRI otros en el PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, y muchos no militan en ningún partido, es un verdadero crisol de formas de pensar. ¿Qué puede unir a tantas y tan distintas formas de entender los asuntos públicos? Justo eso, la cultura política en los valores de la democracia.

El programa que los aglutina se llama Kybernus, es un espacio de formación y desarrollo de liderazgos en el marco de los valores democráticos. Son jóvenes creyentes en la igualdad, en la tolerancia, participación, pluralidad, el diálogo y los derechos humanos. Saben que los asuntos públicos son muy importantes como para dejarlos en manos exclusivas de los gobiernos, por eso es que participan e inciden.

¿Qué hace usted al escuchar sirenas de una ambulancia que acude a atender una emergencia? ¿Por qué es importante respetar el espacio de las personas con capacidades diferentes? ¿Respeta usted las horas de descanso de sus vecinos? ¿Qué tanto valora con su puntualidad el tiempo de las otras personas? ¿Apagas el celular en el cine, teatro o lugar público que requiere silencio? ¿Al cruzar la calle lo hace por las esquinas?

Un buen ciudadano está consiente de sus derechos y procura siempre cuidar los derechos del otro, estos mismos no tienen que ser tutelados, necesariamente, por una autoridad. Son asuntos de convivencia, de respeto entre ciudadanos, son asuntos de formación cívica que se aprenden en la familia, la escuela y el entorno donde nos desarrollamos.

"El manual del buen ciudadano" no se ha terminado de escribir, se construye poco a poco. No se limita a enumerar prohibiciones, sino a concientizar temas comunes para la mejora de la sociedad. ¿Parece romántico? Déjeme contarle que las ciudades en donde menos delitos se cometen, donde menos accidentes se registran y mayores son sus índices de desarrollo humano, son comunidades donde los valores de la cultura democrática se viven.

Podría pensarse que es un tema de civilidad europea, de grandes ciudades de los Estados Unidos y eso no es necesariamente así. También Latinoamérica tiene casos de éxito en el cambio del paradigma social. En la capital de Costa Rica, San José: podrá usted ver un orden impecable en los usuarios del transporte público para abordar las unidades, una limpieza ejemplar en los parques y plazuelas y eso no es porque la autoridad se la pasa limpiando, es que los habitantes se acostumbraron a algo muy sencillo que transformó la imagen de ciudad, no tiran basura en la calle.

Medellín en Antioquía Colombia, es otro gran caso de estudio para los sociólogos, politólogos y antropólogos. Es una ciudad que vio sus calles teñirse de rojo en una guerra sangrienta entre los cárteles del narcotráfico. Hoy es una ciudad diferente, que planteó la transformación y el nuevo paradigma en la inclusión y el perdón, los ciudadanos se apropiaron de los espacios públicos y le pintaron un rostro amable, fresco y digno a su ciudad.

Sinaloa tiene remedio y no lo van a poner los políticos, lo tenemos que poner entre todos. Debemos ser exigentes con el gobierno pero tenemos, ante todo, que ser congruentes con nuestras exigencias. Aplaudo a los jóvenes por el "Manual del buen ciudadano", desde este pequeño espacio les digo que me siento orgulloso de su amistad, que comparto con ellos el sueño de una sociedad más justa para la construcción de un presente más digno. Les recuerdo que la historia nos enseña que la trascendencia de toda obra tiene dos aliadas; la congruencia y la perseverancia. Les dejo un abrazo de Navidad a todos, luego le seguimos...

viernes, 18 de diciembre de 2015

Memorias de alianzas infructuosas y una más de mi paisano Ramón

O P I N I Ó N 
                                                         J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 


La política es una actividad de memoria corta, pocos recuerdan que hace casi seis años la dirigencia del PAN y sus líderes se preguntaban si debía o no invitar a Héctor Melesio Cuen para participar en el blanquiazul en el proceso electoral de 2010. Antes de que López Valdez se decidiera a declarar la guerra al "alguilarismo", Cuen era una carta que se manejaba al interior de Acción Nacional. El tiempo pasa y cada vez menos se recuerda aquella conferencia de prensa donde Francisco Solano presentaba, saltándose la convocatoria interna del partido que dirigía, al líder universitario como uno de los precandidatos del PAN a la gubernatura de Sinaloa. La imagen era la siguiente: al centro Francisco Solano, a la derecha Alejandro Higuera y a la izquierda Héctor Melesio Cuen.

El ex Rector se mostró como precandidato del PAN, llegó incluso a retar al actual Gobernador, lo llamó a sujetarse a un proceso interno. Eso nunca pasó, Malova hizo lo propio y negoció en lo más alto, dejando fuera de la jugada la opinión de la dirigencia estatal. Solano entonces declaró a los medios de comunicación que impugnaría la designación del recién llegado priista, pero eso tampoco sucedió.

De pronto Cuen dejó a la comparsa panista y a Solano "colgados de la brocha", se fue a jugar con Vizcarra al PRI porque así se acomodaron sus intereses. El entonces dirigente quedó en una posición muy incómoda, con su abanderado dándoles la espalda y con un candidato impuesto contra su voluntad.

Pasó el tiempo, las cosas corrieron su curso, los desentendidos se arreglaron, las afrentas se perdonaron, Solano asumió su error y Malova ganó el proceso. Conformó una administración incluyente, dio espacio a todos los partidos de la alianza, hizo un trabajo político fino, tan fino que gobernó y ha gobernado sin oposición durante estos dos periodos legislativos que abarcaron su paso como titular del Ejecutivo.

Para Cuen los años no corrieron en balde, él también se puso hacer la tarea. Creó una máquina electoral de alta eficiencia llamada Partido Sinaloense, fundada en la plataforma de la Universidad Autónoma de Sinaloa, bajo los controles legales y metainstitucionales que no son ajenos de nadie.

La maquinaria del PAS representará para este proceso electoral entre 80 mil y 100 mil votos, suficientes para que las dos fuerzas políticas mayoritarias –PAN y PRI- lo quieran de aliado. En el PAN, Cuen no jugará si no es para él la candidatura a gobernador, en el PRI no puede pedir lo mismo, pero Manlio Fabio Beltrones sabe que una alianza con el PAS prácticamente le garantiza el triunfo.

Los movimientos en el PAN encabezados por Roberto Cruz, un ex malovista converso para fines electorales complican una alianza con el partido universitario. Todo indica que el movimiento de "El Güero" busca una candidatura destinada al fracaso en las urnas, pero eso sí, muy "pura" en ideales y principios doctrinarios. Mientras tanto el ex Diputado Heredia sigue intentando a toda fuerza la negociación de una alianza con el PAS. No debemos perder de vista que, tanto Heredia como Cruz, son hechuras de ese malovismo de actuar fino que fue capaz de entrar hasta el tuétano de los todos los partidos. En esa política de memoria corta, hoy reniegan de aquellos a los que les fueron fieles.

***Hace unos meses un Alcalde cobarde y mal logrado, violentó los derechos humanos de mi paisano y amigo periodista Ramón Eduardo Guevara. Mientras Ramón luchaba contra el cáncer que le aquejaba, Bonifacio Bustamante pedía a esta casa editorial el despido y la censura del espacio periodístico de Guevara. Mi amigo nunca se amainó, por el contrario, desde su fría cama en el hospital siguió ejerciendo su derecho a opinar. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos supo del caso, lo visitó en el nosocomio y dictó medidas cautelares, Ramón murió al tiempo. Hoy, estamos próximos a cumplir uno de los últimos deseos del finado, la CEDH en Sinaloa ha emitido la recomendación 81/2015 de la cual daremos puntual seguimiento. Será entonces que la razón y el derecho abrirán camino sobre la injusticia, la memoria de Ramón se vestirá de gloria, mientras que la infamia de Bonifacio, el Alcalde cobarde, se guardará en el basurero de la historia. Descansa amigo, Sinaloa sabrá pronto que fue muy digna y valiente tu lucha***

viernes, 11 de diciembre de 2015

Saberes, verdades y sinrazones

OPINIÓN 
                                                                                                                                                     J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 


De saberes primero hablaron Platón y Aristóteles en sus reflexiones epistemológicas, es decir, trataron de hacer una definición del conocimiento, de las explicaciones que el individuo da sobre su realidad y su entorno, sobre la justificación de su propia existencia. El conocimiento se forma entre verdades y creencias, entre lo objetivo y lo subjetivo. El concepto de verdad es filosóficamente complicado, tiene que ver con el conocimiento, pero no todo conocimiento es verdadero, también existen conocimientos "falsos". Dijo Kant que tiene que ver también con los principios de trascendencia, lo que va más allá de su tiempo. 

Para el filósofo alemán Hassen, teórico del conocimiento, la verdad se define en una relación entre el pensamiento y el objeto, pero el objeto no puede ser verdadero ni falso, es solo objeto, de ahí que la apreciación marca los criterios de verdad, las apreciaciones siempre son intrínsecas al individuo pero están íntimamente ligadas a las percepciones colectivas, es decir a lo que la gente cree, eso a lo que los antiguos filósofos llamaron "doxa" o conocimiento vulgar u ordinario, aquello que se dice pero no se comprueba. ¿Le parece complicado, verdad? Es que realmente lo es, la filosofía es la madre de todas las ciencias. 

Se preguntará usted amable lector, ¿para qué comenzar la columna con temas tan enredosos y aburridos? ¿A quién le importa hablar de esos conceptos filosóficos? ¿Qué tienen que ver esas cosas con nosotros? Si pasé la prueba de los dos primeros párrafos se lo agradezco y me permito darle una explicación. 

Vivimos en una era de falsedades viralizadas, de racionalidad parcializada, de mucha, muchísima información y cada vez menos conocimiento. Ahora podemos saber y preguntar de todo, en esta trampa llamada postmodernidad podemos aparecer como expertos de temas de los que antes jamás hubiéramos, siquiera, pensado que existían. Hablamos y compartimos cosas que no entendemos, nos encanta llenarnos la cabeza de dichos y supuestos, aborrecemos profundizar en los temas en los que participamos y muy pocas veces nos damos tiempo para reflexionar la racionalidad de nuestros dichos y posturas. La era de la información carga en el vientre a su antítesis: la desinformación. 

De pronto, mi amigo que jamás entró a clase de química y biología en la preparatoria comparte con su red de amigos, algunos comunes a los míos, información sobre las propiedades medicinales de una hierba amazónica "recientemente" descubierta y llama a todos a presionar al gobierno para sembrarla en México y acabar, de una buena vez, con los problemas de salud que están matando a tantísimos mexicanos. 

Unos días antes, corría el rumor en redes sociales de que una peligrosa banda de "robachicos" merodeaba en los estados del centro del País. Por asunto del destino, los hermanos Copado Molina fueron a trabajar al poblado de Ajalpan en el estado de Puebla, eran encuestadores. Alguien gritó "esos son los robachicos" y una turba de pobladores apresó a los jóvenes, enjuiciándolos y matándolos no sin antes torturarlos frente al pueblo enardecido por "los niveles de violencia". Al paso de las horas se supo de su inocencia, para entonces sus cuerpos eran velados y los pobladores apenados ofrecieron una misa pidiendo perdón por el error cometido contra los pobres forasteros que "parecían" secuestradores. 

En esa misma narrativa surrealista, un empresario y filántropo sinaloense fue abatido en circunstancias poco claras por elementos de la Marina Armada de México en un motel del municipio de Salvador Alvarado en Sinaloa. Todo se difundió rápidamente por las redes sociales. Las autoridades municipales y la comunidad empresarial de Guamúchil dan una versión, el titular del Ejecutivo estatal otra y los elementos castrenses la propia. Así es, amables lectores, como se construye en nuestros tiempos eso que llaman la verdad histórica. ¿Nefasto? Piense dos veces antes de dar por hecho eso que leyó en Internet, incluida por supuesto la presente columna. Valore sus fuentes, afine el pensamiento crítico, arme su juicio y luego le seguimos...

viernes, 4 de diciembre de 2015

Venir a morir tan lejos

OPINIÓN 
                                                                                                                                                       J E S ú S   R O J A S   R I V E R A 

No quiero abundar en las versiones de la desaparición y la probable ejecución de los turistas australianos. No voy a caer en el juego de las especulaciones porque en asuntos como estos, hablar fundando el juicio en supuestos y "asegunes" es cuando menos nefasto. En concreto: Dean Lucas y Adam Coleman están formalmente desaparecidos, su vehículo fue localizado calcinado en el municipio de Navolato con dos cuerpos dentro, la autoridad está verificando la identidad de los fallecidos y sobre el particular se abrió una investigación de oficio por el delito de homicidio doloso. Lo demás es alegoría, imaginación o mitote.

89 mil 200 notas periodísticas –más las que se suman todos los días- le dan la vuelta al mundo con el tema. Diarios ingleses, canadienses, americanos, españoles, franceses y por supuesto australianos dan cuenta de la nota, algunas redactadas con información precisa, objetiva y puntual, otras son verdaderas piezas de literatura y ficción.

Los ojos del mundo voltearon a Sinaloa, ese estado peligroso referente mundial del crimen organizado, cuna de mafias millonarias de poderío internacional. Esa fama tan nuestra no se ganó en este sexenio, ni en el pasado, tampoco del 21 de noviembre a la fecha. Sinaloa tiene ganado un espacio en la percepción mundial como uno de los lugares más peligrosos del orbe por múltiples factores, sería ridículo limitarlo al caso de los australianos.

Ahora todos están consternados, a todos les "sorprende la violencia" y se dicen indignados. Ahí está el Diputado de Guamúchil, César Freddy Montoya presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso quien ha sido un legislador silente, que siempre ha regalado excusas y esquivas para emitir opinión en los temas de seguridad y hoy, en medio de la ola de declaraciones sale a pedir "coordinación a las autoridades".

Qué decir de Miguel Calderón, Alcalde del municipio en cuestión, otro actor político que mantuvo silencios respecto al estado de ingobernabilidad en sus tierras y hoy en medio de la bulla, hace presente su opinión distraída, calificando la región de la desaparición como "el triángulo de las bermudas", en un desplante de inoportuna desfachatez.

En la poca memoria que nos acompaña se nos ha olvidado que en Sinaloa han matado colombianos, españoles, hondureños, estadounidenses, pero sobre todo matan y han matado sinaloenses; políticos, empresarios, estudiantes, amas de casa, periodistas, médicos, cantantes, delincuentes, abogados, activistas y líderes sociales, de todo y en miles. Pero esos no tienen la fortuna de contar con presión internacional o diplomática para el esclarecimiento de sus crímenes, la regla pareciera ser: a menor retrato socioeconómico mayor la posibilidad de impunidad.

En estos días la clase política tomó los micrófonos para señalar su indignación por el caso de los surfistas australianos, todos hablan del hecho pero a nadie parece importarle el fondo. Sinaloa tiene un enorme mal que se llama impunidad, hermana de la corrupción, condicionante para el estado actual de las cosas, esa que sorprende a los hipócritas.

Los viajeros vinieron a morir tan lejos para demostrarnos que estamos ausentes de la solución de un problema porque hemos hecho mal el planteamiento. La violencia atacada únicamente con violencia no nos ha dado resultados, debemos explorar otros caminos, el de la legalidad por ejemplo, también deberíamos buscar respuesta a nuestros males en la igualdad y justicia social, pero sobre todo en la congruencia.

No hacen falta penosos y lamentables escándalos internacionales para darnos cuenta de nuestra realidad, no hace falta exhibirnos como lo que todos creen que somos, sino como lo que queremos ser. Las cifras del gobierno nos muestran una reducción en los crímenes, pero ante la visión internacional somos un paraíso peligroso, clasificado como un lugar no apto para visitarse. Nosotros estamos seguros que eso no somos, pero la pregunta es: ¿Cómo demostrárselo al mundo? Luego le seguimos...