viernes, 8 de abril de 2016

Deslindes políticos, cuando el gobernante estorba

O P I N I Ó N
                                                                                                        Jesús Rojas Rivera

En las cuentas previas al arranque hechas por los equipos de campaña, el apoyo del Gobierno o el gobernante en turno es fundamental para conseguir los resultados electorales esperados. En esa arraigada y tramposa cultura de los desvíos de recurso público y la participación de funcionarios en las contiendas, la “tendencia” beneficia al candidato del partido en el poder. Pero, ¿qué pasa cuando los gobiernos no han dado resultados? ¿Qué pasa cuando la administración pública estorba más de lo que ayuda en las intenciones de un candidato?

Los procesos electorales son también procesos de calificación a los partidos políticos en el Gobierno, el politólogo italiano Giovanni Sartori habló sobre las democracias y los sistemas de partidos. La importancia de las elecciones periódicas tiene que ver con un proceso de evaluación del ciudadano sobre los gobiernos, esa evaluación obliga -en teoría- a los partidos políticos a postular candidatos que puedan tener ejercicios de gobiernos eficientes para mantener el poder político por la vía de las instituciones democráticas.

Recién arrancó el proceso electoral y ya comenzaron los “oportunos” deslindes de los candidatos con las administraciones encabezadas por sus compañeros de partido. En todo Sinaloa, los candidatos del PRI quieren “marcar distancia” ante lo desprestigiado de los alcaldes que concluyen su periodo de Gobierno. Intentan hacer creer que los vicios y errores de las administraciones salientes no jugarán un papel determinante en sus plataformas de Gobierno. ¿Tan mal calificados están los alcaldes?

En Culiacán, el candidato Jesús Valdés Palazuelos sabe que la calificación general de la administración pública de Sergio Torres es de 6.5 en una escala de 10. Está aprobado de panzazo, sabe que la autoridad municipal ha cometido abusos y que los culiacanenses no han visto las acciones del gobernante con buenos ojos. Inolvidables son las crisis en las que Sergio Torres se ha metido en estos años: el asalto al Ayuntamiento, la campaña millonaria de promoción fallida para su imagen al 100xCuliacán, el inservible “morrín”,  la polémica en la remodelación de la Avenida Álvaro Obregón, la falta de regulación en los espectaculares, la capital de los baches, el gasto millonario en gasolinas, pero sobre todo el tema de la inseguridad que regresó a la capital sinaloense y de nuevo la coloca como una de las ciudades más violentas del mundo.

En Ahome las cosas no pintan diferente, la calificación del munícipe Arturo Duarte es un poco mayor a la de su par en Culiacán, los ahomenses lo califican con 7 en escala de 10. El problema es que el 46 por ciento de los gobernados se dicen poco satisfechos con la administración municipal. Esto obliga al candidato Álvaro Ruelas a tomar distancia, aunque es más difícil por la historia que le acompaña. En ese espacio de coyuntura los candidatos de Nueva Alianza y Acción Nacional lo toman como parte de su estrategia. Las cosas no están siendo fáciles para el candidato tricolor, quien por cierto ya ha recibido críticas por el uso de vehículos oficiales para fines electorales.

En Guasave es imposible deslindar al candidato del PAN con la figura del Alcalde, a ellos los unen lazos que van más allá de los nombramientos. El sobrino de Armando “Kory” Leyson es el candidato que deberá cargar con los aciertos y errores de su tío. Pero el “Kory” a pesar de los pesares, mantiene una calificación aprobatoria de 7.5, de los más altos en varios municipios de Sinaloa. El tema del nepotismo que tanto ha ocupado espacios en columnas y planas locales es un asunto que no termina por afectar las intenciones del elector en Guasave. Veremos cómo actúa la oposición. 

Escuinapa es el ejemplo más claro del daño que causa el descontento social a un candidato. Los datos son contundentes, Bonifacio Bustamante es el Alcalde peor evaluado de Sinaloa con una calificación de 3.5 sobre 10, el 86 por ciento de los escuinapenses se dicen poco o nada satisfechos con el Gobierno municipal actual. El 92 por ciento de los ciudadanos del municipio saben que el PRI es el partido político del que emanó el munícipe y el 72 por ciento vincula la calidad del Gobierno con la decisión de su voto. Hugo Enrique Guzmán, candidato del PRI, navega contra corriente en uno de los municipios con mayores alternancias en la elección de sus gobiernos. Si algo sabe el elector escuinapense, es castigar con el voto las acciones del mal gobernante. Luego le seguimos...

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