viernes, 31 de marzo de 2017

El rol de la oposición en Sinaloa

O P I N I Ó N

                                                                                                                    Jesús Rojas Rivera

El doctor César Velázquez y su servidor discutíamos a mediados de la semana sobre el papel de las oposiciones en Sinaloa. Me sugirió que explorara en los archivos del Congreso del Estado para encontrar la conferencia del doctor Manuel Zafra, que ahí podría tener buen sustento para darle camino a una idea que surgió ese día en la mesa: “La calidad del gobierno depende de la calidad de la oposición”.

En estricto sentido, debemos aclarar que las funciones gubernamentales no son exclusivas del Poder Ejecutivo, se forma y hace gobierno desde el Legislativo y el Judicial. Es mi deber como politólogo aclarar que para este texto hablaremos de las funciones del gobierno, estrictamente como las funciones del Poder Ejecutivo. Es decir, la premisa central de la discusión es “las buenas oposiciones legislativas, motivan el buen desempeño del titular del Ejecutivo”.

Según esta premisa, si la oposición es responsable, crítica y congruente, el gobierno no tendrá otra que ponerse a la altura de las discusiones y mejorar sus funciones. Por el contrario, si la oposición es entregada, sumisa y ofrecida, el gobernante seguirá el camino del mal gobierno, los excesos y nada lo detendrá si decide cometer abusos o excesos de autoridad.

La politóloga Soledad Loaeza dice que: “La oposición es un componente básico del funcionamiento de las democracias pluralistas. La oposición también mantiene una relación directa con la democracia porque busca la solución del conflicto, no en la eliminación del adversario, sino mediante la identificación de intereses comunes. Es así como en los regímenes democráticos la oposición no se limita a expresar la diferencia, sino que también tiene funciones de gobierno que cumplir”.

Por su parte Zafra sostiene que las características de una oposición responsable dirigen al Ejecutivo a mantener mayores niveles de satisfacción social y lo obligan a dar mejores resultados en la administración de los recursos comunes.

En Sinaloa, el Gobernador de extracción priista tiene 21 diputados de su partido en la Cámara, pero cuenta, además, con alianzas legislativas con el Partido Verde y Nueva Alianza. Así, el bloque del Gobernador en el Congreso se compone de 24 legisladores. Según sus votaciones, el Verde y Nueva Alianza prácticamente transitan en todo con el Ejecutivo.

El PAN es la primera minoría, se representa en siete diputados que han acompañado algunas iniciativas con la mayoría y otras en franca oposición. Se han declarado “la oposición responsable” y han marcado diferencias con el Gobernador incluso al punto de exigirle desde tribuna “sacar las manos del Coongreso por respeto a la libertad de poderes”. Un grupo parlamentario muy diferente al de la anterior legislatura, cuyo sello fue la subordinación con el Ejecutivo.

El PAS tiene seis legisladores que se mueven bajo la estricta directriz de su mando estatal. Nada se puede acordar con los legisladores sin antes consultar al ex rector Melesio Cuén. En el comienzo de la legislatura, el PAS marcó límites con el Ejecutivo, pero en el transcurso de los meses todo apunta a una alianza con el PRI que le permite al Gobernador contar con la mayoría calificada para hacer cualquier reforma constitucional, o dar nombramiento de cualquier cargo que pase por el Congreso.

Morena es la oposición a ultranza, sus dos legisladores prácticamente van en contra de todo lo que se propone. El PRD con su único Diputado más o menos camina por esa línea. Tanto para Zafra como para Loaeza, las oposiciones radicalizadas sirven de muy poco sobre todo cuando el número de sus legisladores no representa más del 5% de la Cámara.

En este escenario, el gran juego para mejorar la calidad del Ejecutivo está en el comportamiento del PAN y el PAS, de los argumentos y posturas que tomen respecto a los movimientos de la mayoría. Si cualquiera de los dos partidos se entrega a ojos cerrados con la mayoría, el contrapeso dejará de estar garantizado y entonces los excesos que todos conocemos aparecerán de nuevo.

Los consensos o acuerdos legislativos no son malos, por el contrario, son parte de la cultura democrática. Pero el régimen político de las mayorías tiende a ser exclusionista y por ende atenta contra la representación de la pluralidad. Lo mejor es caminar con sensibilidad y atender responsablemente la agenda legislativa, analizando de fondo los temas y no prestándose a chantajes o brevas legislativas, en este sentido el PAN y el PAS sirven como oposición en función del juego de sus roles con responsabilidad. Por el contrario, si deciden formar el PRIAN, o el PRIAS, la calidad de la oposición y por ende la calidad del Ejecutivo quedará por los suelos y eso a nadie le sirve. Luego le seguimos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario