viernes, 8 de septiembre de 2017

El Frente Ciudadano

OPINIÓN

                               Jesús Rojas Rivera 

Se concretó, al menos eso hicieron saber los dirigentes nacionales del Partido Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano ante el órgano electoral INE cuando a mediados de la semana presentaron su carta de intención para conformar un frente común en las elecciones de 2018. 
 
La noticia, que ya se esperaba pero no se dimensionaba, cayó como balde de agua fría en la cúpula del Movimiento de Regeneración Nacional, que encabeza el candidato de la eterna campaña Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño sabe que ante la conformación de este frente opositor, sus aspiraciones presidenciales comienzan a desquebrajarse al aparecer en la opinión pública otra opción para encauzar el coraje social que suma el PRI por múltiples razones, la principal de ellas, el ejercicio de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto. 
 
En el PRI también se preocuparon, los estrategas nacionales saben de números y entienden que las alianzas dan amplias posibilidades de triunfo en procesos electorales con márgenes cerrados. Ellos mismos han logrado con la hermandad del Verde Ecologista y Nueva Alianza tejer triunfos electorales que solos jamás hubieran conseguido. Las alianzas electorales entre partidos políticos son ejercicios pluralistas que pueden servir a la democracia en algunos contextos y para determinados fines según el politólogo estadounidense Robert Dahl. Las alianzas, frentes y coaliciones siempre serán criticadas por aquellos que quedan fuera de ellas.
 
La alianza PAN-PRD-MC suma 15 gobernadores en funciones: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, CDMX, Durango, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz. En diciembre está por tomar posesión otro aliancista en Nayarit, por lo que la alianza llegará con 16 entidades del país, sin contar Coahuila que sigue en disputa en tribunales.
 
Morena no gobierna en ningún estado, sus liderazgos estatales son marginales, la fuerza innegable está en la figura de su candidato presidencial, el partido de Andrés Manuel crece pero no permite el surgimiento de figuras de contrapeso porque todos los esfuerzos están enfocados en ganar la elección del 2018. En Morena saben de las debilidades locales, saben que en los grandes centros electorales o las ciudades con mayores padrones no tienen presencia suficiente, salvo en la Ciudad de México, donde la ruptura con Monreal pone en riesgo el llamado “proyecto alternativo de Nación”.
 
El PRI mantiene controles en las entidades donde gobierna, pero la “gran estrategia” ante el descrédito de la institución es postular a un no priista, para lo cual tuvieron que reformar los estatutos del partido hace más o menos un mes. La puerta está abierta ahora, para ciudadanos, porque los priistas cargan con la pesada losa de la “quemazón” presidencial. El tufo a corrupción e ineficiencia que Enrique Peña Nieto impregna en cada candidato del tricolor. 
 
Nace pues el Frente Ciudadano pero tiene por delante mucho por sortear, lo primero y más importante será la definición del candidato o la candidata a postular. Además del reacomodo de los escenarios locales, cosa que no se antoja nada fácil. En Jalisco por ejemplo, Movimiento Ciudadano tiene en Enrique Alfaro a un candidato sumamente competitivo pero está peleado a muerte con las estructuras del PAN. La operación de esas negociaciones serán fundamentales porque esa entidad es una de las más importantes para definir la Presidencia de la República. 
 
Lo dije hace unos días, si el Frente Ciudadano se convierte en una plataforma plural de participación política, que convoque en él y de espacio en las boletas electorales a ciudadanos de probada honestidad y gran respaldo popular, como académicos, líderes sociales o gremiales, empresarios, líderes de opinión y/o políticos de la nueva generación, no tengo duda que su camino será ascendente. Pero si por el contrario, es solamente un espacio para el reparto cuotas entre naranjas, azules y amarillos, tendrán muchas complicaciones para concretar los fines de todo partido, frente o coalición. La única forma de ganarle al popular tabasqueño es construyendo una ruta de triunfos locales que en suma logren una mayoría en la plana nacional. ¿Quiénes encabezarán esos esfuerzos? ese es el verdadero tejido fino rumbo al 2018. Luego le seguimos...
 

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